Día 14 – 1 Pedro 3:8-9

LEER

8 Finalmente, tengan todos un mismo sentir, sean compasivos, amense unos a otros, sean misericordiosos y humildes. 9 No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan mal con bendición, porque para esto fueron llamados, para que hereden bendición.

REFLEXIÓN

Si bien los desacuerdos en la iglesia son inevitables, las divisiones profundas se pueden evitar. A lo largo de la Biblia, los creyentes están llamados a mirar con humildad a nuestros hermanos o hermanas en Cristo, amándolos a pesar de las diferencias de opinión, convicción o preferencia. En última instancia, la unidad (pensar de la misma manera) es imposible sin la compasión de Cristo, pues, por sobre todas las cosas, su mente, sus caminos, su corazón y su Evangelio unifican a todos los que creen.

ORACIÓN

La afinidad de ideas surge con facilidad cuando la otra persona es como yo, Señor. Dame compasión y paciencia con aquellos con quienes comparto mi fe, pero no todas mis opiniones. Explícame el valor incomparable de nuestra esperanza compartida en ti. Al manejar los desacuerdos, concédeme discernimiento. Dame una mente abierta para escuchar nuevas perspectivas y reconocer mis fallas. Permíteme ser un agente de unidad. Amén.

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